viernes, 4 de mayo de 2012

LA TRISTEZA DE LOS JUGUETES


























Sinopsis

El nacimiento de un pequeño ser, su padre, su amigo, sus juegos, sus sueños  y pesadillas, son  algunos reflejos de la infancia, que conllevan a encontrar el sentido de ésta obra. La tristeza de los Juguetes reflexiona sobre situaciones comunes a miles de niños desplazados por la violencia  social, familiar y de estado. Sin embargo esta reflexión no es una apología a la violencia, muy por el contrario, alienta  la esperanza, la  fuerza infinita que ha hecho del hombre, el amo de las adversidades.


Descripción y Sustentación


La   creación de ésta obra comienza en el año 1997. Por aquella época  trabajaba como vendedor de guitarras puerta a puerta en la ciudad de Medellín. Y nuestro grupo de tres vendedores y un supervisor se movilizaba en un auto cargado de guitarras por todos los barrios de la ciudad, mis compañeros eran concientes de la importancia que para mi tenia cualquier evento visual  que se saliera de lo cotidiano, andaban a la caza de imágenes extrañas para luego informarme, con el fin de que  pudiera registrarlas con la cámara que siempre cargaba en mi bolso. Fue así como una mañana  encontramos la cabeza sucia de un muñeco que estaba emergiendo sobre un gran charco de agua y aceite en mitad de la calle, en un sector industrial.  Procedí a fotografiarla y al hacerlo me di cuenta de la expresión de maltrato que tenía dicho rostro, hice varias tomas y antes de seguir en la ruta de venta, recogí la cabeza y la guarde en el auto, a pesar de la molestia del supervisor. Habiendo agotado el recorrido de dicha zona y después del almuerzo nuestro grupo acordó, trabajar el resto de la jornada en un sector residencial, nos movilizamos hacia  el barrio Castilla, trabajamos allí toda la tarde y ya sobre las 4 p.m. hora en que finalizábamos la labor, uno de mis compañeros me llamo emocionado, fui hasta donde el estaba parado y pude ver un pequeño cuerpo sin cabeza enredado en un matorral,  nos sorprendimos de la casualidad de encontrar el cuerpo de dicha  cabeza, y sobre todo de la distancia aproximada a diez kilómetros que había entre estos dos elementos. Procedí a guardar en la  maleta del auto aquel cuerpo, esta vez el supervisor no tubo ningún reparo, estaba tan sorprendido como nosotros.
En mi casa pase varios días tratando de encontrar un hilo conductor para esta serie de casualidades, me sentía  tremendamente atraído hacia este muñeco, hacia hipótesis sobre su historia, me preguntaba una y otra vez, por que su estado era tan lamentable, ensayaba con él, las distintas poses  de expresión corporal, y en una de esas me di cuenta  que este juguete raído, maltratado, era la representación clara de una niñez igual de maltratada, este hallazgo me hizo sentir escalofrío, e inevitablemente me vi cargando durante casi tres años el muñeco descuartizado en una bolsa, lo llevaba a distintos sitios de la ciudad, y en los escenarios en los que encontraba una similitud estética con el muñeco, elaboraba la escena y luego la fotografiaba. La verdad en el inicio no había una intención clara, solo había una pulsación, un deseo de contar las posibles vivencias de éste ser que empezaba a tener una gran importancia en mi vida. 

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