Que líder es aquel que disfruta con la
sangre, la pobreza, las lagrimas y la impotencia de su gente, a cambio de unas
palmaditas en la solapa de su saco, hechas por hombres poderosos de otras
naciones. Que líder es aquel capaz de cambiar el orgullo de su raza y el
respeto de su gente, por algunas tenencias mudas, que tarde o temprano tendrá
que abandonar. No habrá orgullo en la vos de su descendencia al pronunciar su
nombre, no habrá alegría en los odios de aquellos que escuchen el sonido de sus
letras; tan solo habrá vergüenza fatal, de todo lo perdido y permitido, tan
solo habrán las burlas de las hienas descendientes, de esos nuevos Colonos, las
mismas hienas que exigirán ser nombrados como nuestros señores.
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